La semana de la empanada

​ Tal vez sucediera por el año 2.003, o quizás, por el 2.002. Imposible acordarme. Tal vez fuera por Semana Santa. (Ni idea). Pero lo cierto es que mis padres se fueron una semana de vacaciones, organizadas, tal vez por los radioaficionados, o por los jubilados. Me quedé solo, en casa. Pensé que me lo pasaría, en grande. Me dieron dinero para la comida, y una empanada en la nevera. Creo que me diron diez euros para gastos inmediatos, y si necesitaba más, solo tenía que sacarlo del banco. no hizo falta. 

   Por simple flojera, al acabar la empanada, fui al supermercado más cercano, y me compré otra. Con dos empanadas, tuve para toda la semana. 

   El problema era el aburrimiento. Videojuegos, libros, vídeos...todo me parecía fuera de lugar. Me pasaba todo el tiempo durmiendo, y con la cabeza, llena de pajaritos. Afortunadamente, llegaron mis progenitores. Otra semanita como esa, y habría sido justo merecedor de ser llevado a un manicomio.

   En Semana Santa del 2.005 se repitió la historia, pero en ese tiempo ya llevaba, casi un año, influenciado por la llamada de la literatura. Abrí un blog, escribí varios artículos, y también hice un inquietante ralato, titulado "La Olintiada", basado en el entorno de "La Odisea", de Homero. Fue una semana genial. Lo que no recuerdo es si también me alimenté, solo, a base de empanadas.

   Sí, hermanos, tened mucho cuidado con la soledad. No hay nada más terrible que no tener a nadie con quien pelearte. En el 2.003 no tenía a nadie. En el 2.005 a la literatura y los foros de internet, sobre todo, el desaparecido "Grupobuho", en el que posteaban autores noveles, como yo. Es una pena que esos foros estén condenados a la extinción. El incómodo "Facebook" y otras redes sociales, les ha quitado su sitio.